miércoles, 22 de abril de 2015

El colegio de Cuarte de Huerva, una idea magnífica pero mal planificada

Considerando el estado actual de la educación pública, cuyas bases fueron impuestas por el llamado "clan de los pilaristas", y el consiguiente estado de deformación profesional de los docentes y penosa calidad de la instrucción, la idea de crear un colegio concertado dirigido por una cooperativa (que no es la Iglesia ni tampoco una multinacional) me parecía excelente y necesaria, siempre que contase con las inspecciones y controles imprescindibles para salvaguardar los derechos fundamentales de los alumnos, empezando por el de libre desarrollo de la personalidad que figura en nuestra Constitución. Cansado de ver como en España el estado es incapaz de ofrecer una educación pública de calidad (ni les interesa); cansado de ver, en mis años escolares, como los profesores no asumían en que consistía su oficio o no se lo tomaban en serio: guiados por manías y afinidades personales a la hora de calificar, los que daban aprobado general y pasaban de enseñar o pedir esfuerzos, los que iban a putearte... cansado de ver, a los típicos profesores guays que aprovechaban la clase para hablar de sexo con poca finura o soltarte mitines ideológicos... cansado de ver todo esto y más en nuestra escuela pública, tengo asumido que el único futuro de la educación en España pasa por el cooperativismo, esto es, que padres y profesores tomen la iniciativa.

Y es que históricamente los avances educativos han venido de iniciativas particulares y no estatales; de gente como Concepción Arenal o el gran Giner de los Ríos, incluso de curas rebeldes en plena dictadura, esa de la que muchos religiosos, en contraste con la población en general, renegaron años antes de que terminara.

Volviendo al colegio de Cuarte, el problema llega cuando vemos las condiciones que presenta el mismo para profesores y alumnos, sobre todo para los primeros. Cada profesor tendrá que aportar una cantidad inicial de 48.000 euros, más un aval que puede llegar a los 135.000, ya que el colegio mismo va a estar hipotecado para conseguir un préstamo de 13 millones de euros y se prevé que se incorporen 95 profesores. El salario de los mismos será de 1.100 euros mensuales, claramente inferior a la media de los colegios concertados en Aragón. Por no hablar de lo que supondrá el proceso de selección de los docentes: al no contemplarse becas para condonar sus obligaciones dinerarias por capacidades o méritos acreditados, los profesores van a ser seleccionados por su capacidad económica. Alucinante.

Podría haber sido una gran idea, pero haciéndolo así... vaya decepción.

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