Ya he comentado lo que me parecen PSOE, PP y Podemos de cara a las elecciones del domingo. Con estos termino ya con los cuatro grandes del momento.
Ciudadanos se antoja finalmente como la más probable revelación de los comicios de este domingo, después de que se haya desinflado el soufflé de Podemos. Las encuestas del CIS le auguran un éxito mayor que el que pudiera alcanzar el CDS en la segunda mitad de los 80 (de hecho han absorbido en su seno al CDL, el sucesor inmediato de aquél) y supondría el resurgir de la opción centrista a nivel nacional tras 24 años de irrelevancia. Su programa tiene, a mi entender, dos puntos fuertes: La muy necesaria reforma de la justicia, que propugna la resurrección de Montesquieu, y la igualmente necesaria reforma educativa, que nos acercaría a ese referente que predican y no suena mal: Dinamarca. Otros puntos son discutibles. Algunos guiños a derechas e izquierdas resultan un tanto demagógicos. Su alegato contra la atención sanitaria (salvo urgencias) de los indocumentados no ha sido bien explicado. Lo ha hecho con poco tacto y escasa humanidad. Su fijación por la unidad de España y contra todo lo que huele a nacionalismo periférico, más allá de su configuración original (cuando eran " la última resistencia" al nacionalismo agresivo en Cataluña) no resulta demasiado convincente, y parece ser una buena cortina para ocultar inconcrecciones programáticas. Y es que su indefinición chirria en muchos aspectos. Son liberales pero son un socialdemócratas. Son progresistas pero no lo son. No tienen ideología, pero si que la tienen. Aunque las encuestas les creen grandes expectativas, quizá no sea tan fácil como parece. Y es que la formación naranja tiene muchos problemas. Ademas de los ya expuestos.
Más allá de que las encuestas sean falibles (y si no, hay están las elecciones británicas, para alegría de Soraya), de que exista un voto oculto que favorecería con toda probabilidad al PP, y a la campaña que está haciendo Aznar para recuperar votos para éstos ( y el ex presidente tiene su tirón entre muchos de los que dudan) hay que citar el factor más problemático de Ciudadanos: que no tienen infraestructura a nivel nacional. Por eso sus candidaturas se llenan de oportunistas, falangistas, posibles corruptos e incluso freaks televisivos. Además han tenido que absorber no pocas formaciones locales preexistentes, como sería Unión por Salamanca o Federación de Independientes de Aragón. Y así es difícil mantener un discurso idéntico en todo el estado. Mientras a nivel nacional defienden una reforma educativa muy interesante, que defiende al mismo tiempo la integración social de todos y la meritocracia y neutralizar a la casta de funcionarios docentes, que existe y hace mucho mal, aquí en Aragón alguna candidatos se limitan a copiar el discurso de la izquierda, otros el del PAR (del que proceden muchos) del mismo modo que en Castilla y León no pocos candidatos sitúan a la derecha de las FAES. Alguno, muy vinculado a la CEOE (la jodimos) propone con sorna que el trabajador despedido indemnice al empresario que lo despide. Igual que en las europeas: Si en 2009 ficharon como cabeza de cartel a Miguel Durán, un chico de Berlusconi, ex presidente de Telecinco en sus inicios, que promocionaba en sus programas a Jesús Gil... En 2014, ya con mejor resultado, llevaron al polémico abogado y tertuliano de "Crónicas Marcianas" Javier Nart. El cual ha puesto al partido en más de un compromiso: Tiene dos cuentas en Suiza y considera "subnormales" a los niños con síndrome de Down. Lo ha dicho ya varias veces y no se retracta. Y Rivera lo mantiene en su puesto. Albert Rivera, el que pone su cara en los carteles electorales porque nadie conoce a los candidatos. El que graba videos promocionales con Arcadi Espada y Carlis Navarro, alias "El yoyas". Y el yoyas no solo es un payaso, también es algo xenófobo. Y muy islamófobo. Vean si no, sus intervenciones en TV3.
No sese yo si son buenos mimbres para construir una alternativa para España, por muchas cosas interesantes que incluya su programa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario