Corría el año 1869. España se había rebelado contra el
sistema despótico y caciquil que había funcionado durante el reinado de Isabel
II, la cual había tenido que huir del país. El programa de los rebeldes
triunfantes no estaba mal: Sufragio universal, libertad de expresión, libertad
religiosa, abolición de la esclavitud… si bien se hallaban divididos entre
monárquicos y republicanos. Se impuso el temor a un cambio drástico y se tomó
la decisión de nombrar rey. La cuestión era de donde sacarlo.
Porque entre las familias reales de Europa nadie quería
comerse el marrón de aceptar el trono de España. Sólo lograron que aceptara
Amadeo de Saboya, un hijo segundón de la familia que se había coronado en la
naciente Italia unificada (a la postre Amadeo fue uno de los pocos- si no el
único- hombres decentes que ha dado la familia Saboya, donde lo que han
abundado son los degenerados). Tras su coronación, Amadeo tardaría dos años en
salir huyendo de aquí. Ya empezó con mal pie, pues el mismo día que llegó fue
asesinado su gran valedor, el general Prim.
Viene esto a colación de la actitud que veo en los
principales candidatos a “suceder” a Rajoy, que todos dicen que aspiran ser
presidentes, pero luego parecen sugerir que no. El caso más notorio es el de
Pablo Iglesias, tan pronto se muestra convencido de que va a ganar como los
suyos reconocen por lo bajini que no se lo creen, y que su verdadero objetivo
es liderar la oposición. Rivera se ha zambullido en el papel de un vendedor de
enciclopedias hiperactivo, hasta el punto que se le ve ya cardiaco, exhauto,
como al borde del infarto. Dice “quiero
ganar pero igual no gano, si no gano no pactaré con nadie, pero quizá sí, ¿con
quién? Ya veremos…” No se a quien quiere convencer con esa retahíla, pero para
venir de la “nueva política” suena muy
vieja y rancia. ¿Y Pedro Sánchez? ¿Cuál es su estrategia, gritar más,
usar un lenguaje más contundente, con más gestos y aspavientos? ¿repetir eso de
que el PSOE es feminismo, progreso y derechos, y que son la única alternativa?
¿no han visto que a partir de 2011 –y sobre todo de 2014- eso ya no cuela entre
los votantes, salvo en Andalucía y Extremadura? Alguna encuesta sitúa ya al
PSOE en cuarto lugar. No caerá esa breva –aun les quedan ciertos sectores
fieles- pero ya no deben andar tan lejos de serlo.
El único que parece querer ganar otra vez (pero sólo una más
como presidente) a pesar de mostrar ciertas “torpezas” de vez en cuando, es
Rajoy, claro. ¿Quiere gobernar por el bien general, como dice, por alcanzar esa
cifra mágica de los veinte millones de empleos, por otros intereses más inconfesables
(como asegurarse de que nadie mueva ciertas alfombras, aunque poco han
amenazado los otros con eso, me temo)? Que más da, pero todo me huele a que su
formación salvará los muebles: fácilmente superará el 30 del voto y rondará los
140 diputados, esa sería mi porra. Seguramente suficiente para seguir en la
Moncloa, seguramente el tripartito del que habla ahora el PP sea un absurdo
(igual de fácil era en Madrid con la Púnica, o en Murcia que también tiene lo
suyo. En Madrid manda Cifuentes con apoyo de Ciudadanos, y tal).
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