miércoles, 3 de julio de 2013

Ya era hora que que perdiera La Roja

3-0 y buenas noches. Exactamente un año después de aquel éxtasis de Kiev, arrasando a la azzurra, con Rajoy en el palco, en la capital de un estado tan autoritario y mafioso. Ahora en un Brasil más despierto que nunca, contra la corrupción  el despilfarro en "grandes eventos", vemos que los cariocas nos han apaleado doblemente. En futebol y en conciencia. La samba, casi que no importa.

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