http://elpais.com/elpais/2009/08/15/actualidad/1250324221_850215.html
Ocurrió entre los pueblos de Macastre y Turís (provincia de Valencia) en 1989, Hace ahora 25 años. Los chicos asesinados eran de Macastre. Ha pasado mucho tiempo, pero sigue siendo uno de los mayores rompecabezas de la criminología española. Para la mayoría del gran público es un hecho desconocido. Pero para algunos criminólogos es poco menos que la piedra angular de la historia criminal valenciana, sobre todo por su posible relación con otros crímenes, incluyendo Alcácer.
http://www.lasprovincias.es/v/20131217/valencia/equipo-criminologos-investiga-triple-20131217.html
A diferencia de este último crimen, mucho mas conocido, en el que murieron tres chicas; en Macastre fueron un chico y dos chicas. Una pareja de novios, seguramente poco formal y muy adolescente, que formaban Royario Gayete y Francisco Flores (de 14 años) y una amiga de estos, Pilar Ruiz, de 15. Cuiosamente, las edades de las víctimas si que coinciden con las de el crimen posterior: Toñi tenía 15 años y Miriam y Desiré, 14.
Los chicos habían comprado unos billetes de autobús para ir de acampada a la localidad valenciana de Catadau. Pero parece que cambiaron de idea y se buscaron una caseta mucho más cerca del pueblo, en un punto de la sierra del Caballón próximo a los pueblo vecinos de Turís y Montserrat. Era la noche del sábado 14 de enero de 1989.
http://www.dailymotion.com/video/xvd8kc_caso-macastre-cuarto-milenio-05x05-iker-jimenez-25-11-2009_webcam
Una de las aficiones de los chicos, según reconocieron sus allegados, era la de inhalar adhesivos y disoventes. Esnifar pegamento, vamos. Los informes forenses dejan pocas dudas sobre que aquella noche habían consumido tanto inhalables como hachís. Venían de un ambiente algo marginal y Francisco habia empezado a cometer pequeños delitos. Esto hizo creer a muchos que habian muerto por una mera sobredosis. Pero, como se comprobó, aquella hipótesis era sencillamente imposible. Había evidencias muy claras de que habían sido asesinados: huellas de cuatro calzados distintos que no eran los de los muchachos, disparo en la cabeza de Francisco con una munición que ellos no podían tener, aparición en la escena del cuerpo descuartizado de una mujer desconocida, ajena a los zagales, de entre 18 y 25 años... por último, lo más espeluznante: lo primero que aparecio de Pilar fue uno de sus pies, amutado con una sierra. A más de 20 kilometros del lugar. ¡En pleno centro de Valencia capital! el resto del cuerpo de Pilar tardaría diez años en aparecer, fue hallado en 1999.
Como dice la noticia de El País, la Guardia Civil, al poco de detener a Ricart, le preguntó sobre el caso Macastre. Para entender esto, hay que señalar algunos datos que han descolocado totalmente a los investigadores. El pie de Pilar apareció concretamente en la calle Alcácer de Valencia, el 27 de enero de 1989. Otro 27 de enero, en 1993, unos apicultores de Tous encontraban precisamente los cuerpos de la chicas de Alcácer en las colmenas de la Romana, a 20 kilómetros al sur de donde los de Macastre habían sido asesinados. Los chicos de Macastre fueron asesinados en una caseta del campo... según dijo Miguel Ricart en su confesión (de la que se retractó después) a las niñas las habían matado en otra caseta de campo. Y hay más. Los de Macastre pensaban ir, en principio, a Catadau. Muy cerca de donde mataron a las niñas. Supuestamente, Antonio Anglés y Miguel Ricart habráin estado comiendo unos bocadillos en el bar El Parador de Catadau justo antes de asesinar a las niñas, el 13 de noviembre de 1992, según declaró Ricart y reafirmó la sentencia en sus "hechos probados". Los del bar si que los vieron allí... aunque afirmaban no recordar que hubiese sido ese dia en concreto.
Sobre la noticia de El País, también cabe subrayar el hecho de que en una comarca rural y montañosa fueran asesinados 20 jóvenes en 10 años, algo totalmente anormal en un país con una tasa muy baja de homicidios, como es España
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